domingo, 19 de agosto de 2012

Paz y flora, algo de buenas hierbas.

Estos días han sido agitados, las cosas van bullendo por todos lados, así que he tenido que irme ocupando de cada una, si hiciera una lista serían como 10 y algo, no he aprendido aún a decir que no ya que llego al casi.

Entre trabajo, terminar la memoria, asociaciones de cultura libre, sitios web, literatura, reuniones varias. El tiempo que me queda para reflexionar se me hace escaso pero también es producto de como he ido moviendo las fichas.

Son días de cosecha a muchas cosas que he ido sembrando, cosas que ya empiezan a andar solas. Tiempo para retomar, inventar nuevos territorios que investigar y es por eso que también me he querido dedicar a esto de las semillas.

De lo que ya he plantado los ajos son los que ya muestran los primeros brotes:
Como se ve, han logrado salir a flote ya a fines de invierno buscando algo de la luz que aporta el sol. La foto fue tomada el sábado 18 de agosto, día soleado. Hoy llueve.

La tierra que hay en mi casa es muy relajante, tiene un olor y una textura que simplemente hace olvidarse del resto de las cosas.

Pensé, que dado que aún es invierno, aplazar la siembra del resto de las semillas. Sin embargo, Francisca Sánchez me pasó unas semillas de una enredadera llamada Pasiflora  y las planté en almácigo, además de haber repartido otras con amigos.

La pasiflora es una planta de origen peruano y sirve mucho para relajarse, apacigua el estress, los hiperkinéticos, los nervios. Aún no la he probado pero la probaré.

Flor de pasiflora:

Cascacho con semillas:


Bueno, para la próxima semana veré el resto de las semillas.
yo

sábado, 11 de agosto de 2012

Trabajar la tierra y matemáticas.

Cacahuetes, Cacahuete, Maní, Mandubí, Manduví
Los primeros cultivos de este proyecto, más fáciles de trabajar ya están hechos. El damasco debe estar germinando en su capucha y los ajos despertando al sol. Humedecí un poco la zona de los ajos y revisé que anduvieran bien.

domingo, 5 de agosto de 2012

Siembra del ajo.

Es principios de agosto y lo que he sembrado es cerca de 25 dientes de ajo.
Este vegetal es uno de los alimentos imprescindibles en cualquier cocina, me encanta tanto en las ensaladas como en cualquier comida. También tiene múltiples usos en medicina por sus maravillosas propiedades, todo un tesoro natural.
Antes de sembrarlos hice una solución en un plato con polvos royal y puse los dientes de ajo en el líquido para matar los hongos (como recomendación)
Durante ese intervalo hice unas tres melgas de tierra con una pala, por suerte la tierra está blanda y húmeda.
Luego, planté cada diente de ajo cada 15cm aproximadamente y los tapé con la tierra.
Si tienen animales de granja, como gallinas, tienen que cubrir la zona con ramas para evitar que desparramen la tierra (como me sucedió) o bien, encerrarlas.
Ahora, tengo que planificar la siembra del resto de las semillas que tengo tanto en almácigos como directamente en tierra, pienso en los zapallos, melones, manís, tomates y ají.
Ahí veré durante a semana.

lunes, 30 de julio de 2012

Etapa 1 Damasco ok | Sigo con los ajos.

 
Ya pasó el día completo en que la semilla de damasco la dejé remojando en agua tibia, dentro de un frasco dentro de un mug. Sucedió que lo tibio duró poco, no se conservó muy bien el calor, porque al llegar a abrir y tocar el agua estaba a temperatura ambiente.

De todas maneras, continúo el proceso pero, como soy porfiado, evitaré poner la tierra húmeda con la semilla en el refrigerador, basta con la temperatura de invierno que hay en mi pieza. Si, soy un chico rudo que no pone estufa.

Pienso que mi próximo objetivo a sembrar son un par de cabezas de ajo, me decido por ellos porque a mi parecer sería preparar un poco la tierra y sembrarlos.

Entre esta semana, algún día me daré el tiempo para picar algo de tierra y hundirlos en ella, ¿será época? Eso debo investigar.

Tomaré como referencia esta guía o  este trabajo , al parecer estamos en época.

domingo, 29 de julio de 2012

Damasco de Pakistán.


"Oculto en el Himalaya, y perteneciente a Pakistán, se encuentra el valle de Hunza, cuyos habitantes son famosos en todo el mundo por las edades avanzadas que suelen lograr mientras disfrutan de excelente salud. Suelen vivir más allá de los 100 años, y muchos llegan a los 120.